miércoles, 20 de agosto de 2014

Expedición al Atlas (III)

Tras subir el Ras y el Timesguida, nuestro próximo objetivo fue la Cresta Norte del Afella desde la Brecha de Les Clochetons.

Para llegar al inicio de la ruta debemos salir desde el refugio hacia el Norte, siguiendo el camino principal que lleva a Imlil. A los 100 metros aproximadamente debemos remontar una pala de nieve que da lugar al corredor (Irhzer Ikhelloum), que salva unos 700 metros de desnivel hasta llegar a a brecha en la que se encuentran las características agujas de Les Clochetons.

Rutas que seguimos en el Afella y en el Biiguinnoussene.
Este corredor presenta poca dificultad, pero los tramos finales de cresta son más complicados (III), por lo que nos llevamos un cordino de 30 m, un par de clavos, un juego de 6 empotradores y algunas cintas largas. En la guía de David Taurá está catalogada como AD.

Empezando a subir.
El mayor problema de las montañas de la vertiente este es, como os podéis imaginar, que en seguida empieza a darle el sol y la nieve se reblandece mucho, así que se hace duro subir, sobre todo si no hay huella como fue nuestro caso. Tras sufrir bastante tanto por la nieve como por mi tos, llegamos hasta la brecha. Desde allí se puede bien atacar la cresta que queda a nuestra izquierda directamente (III), o bien bordearla por su izquierda y remontar hasta el filo más adelante. Andábamos bastante despistados y pensábamos que habíamos llegado a otro sitio y al no saber muy bien qué hacer decidimos volver sobre nuestras huellas.

Ahora, mientras escribo tranquilamente en casa, me doy cuenta de que fue una auténtica metedura de pata, porque teníamos el mapa y la guía y a poco que hubiésemos pensado con claridad habríamos visto claro por dónde tirar, pero qué le vamos a hacer, esas cosas pasan y son consustanciales a nuestro deporte, sobre todo en montañas desconocidas, en las que no juegas en casa y no tienes a los Greiman para sacarte de un apuro si las cosas se tuercen. Ahora da rabia, claro, pero sin duda alguna en aquel momento dar media vuelta fue la decisión más inteligente que podíamos haber tomado.

Ya vemos la brecha de Les Clochetons.


La bajada se hizo bastante larga debido a lo blanda que estaba la nieve, además por esas canales suelen bajar torrenteras que están tapadas, y en algunos puntos hay que prestar especial atención para no hundirte y acabar con los pies calados. Llegamos al refugio a una hora decente, así que pudimos descansar bien y ducharnos. Por cierto, la ducha (sólo funcionaba una) era un poco cutrecilla para los estándares a los que estamos acostumbrados los guiris pijos, pero se agradece quitarse la roña de encima.

El plan para el día siguiente era subir el Toubkal, pero eso lo dejo para la última entrada y aprovecho esta para contaros la ascensión al Biiguinnousene (4002 m), que está al lado del Afella y que subimos el último día.


Las actividades de dos piolets molan más :-)

El Biiguinnousene es el cuatromil más bajo del Atlas y ofrece una ascensión muy interesante y alpina, con una dificultad que permite ir sin cuerda, aunque nunca viene mal. Nosotros volvimos a llevar el cordino de 30 m y algo de material para asegurar.



La entrada al corredor (Irhzer n'Tadat) está a unos 500 m del refugio. Se trata de una canal un poco más estrecha que el que sube a la Brecha de Les Clochetons y más pendiente. Alrededor de la cota 3700 el corredor se ensancha y remontamos unas amplias palas de nieve que quedan a nuestra izquierda, que acaban en un sistema de corredores que llevan directamente a la cima. Allí es donde encontraremos las pendientes más pronunciadas (55º). Nosotros encontramos unas condiciones de nieve bastante malas y decidimos no subir por los corredores, sino que hicimos una travesía hacia la derecha hasta salir a la arista que une la cima con el Dedo de Tadat, una característica y llamativa aguja que se yergue solitaria en mitad del collado.



Interminables palas de nieve...
La subida a la cima se hace por el filo de la arista. El recorrido tiene algunos hitos, pero son escasos y no son fáciles de distinguir, así que hay que usar en instinto montañero y no perder la atención, pues algunos de los puntos son de paso obligatorio, si no acertamos con ellos podemos meternos en algún berenjenal.

A la espalda, el Dedo de Tadat.
Hacia el oeste se ven los corredores del Tazaghart (3980 m).
Foto de cima :-)
El descenso se hace bajando hasta el collado del Dedo de Tadat y bajando directamente por el corredor. Si el día ha sido caluroso nos encontraremos con que la nieve estará paposa, pero podemos encontrar tramos favorables para practicar el muy noble arte del culo-esquí... tan divertido como agresivo para nuestros flamantes pantalones de gore-tex.


Continuará...

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