La vida del PhD candidate de último año (estoy en plena redacción de la Tesis) no deja mucho tiempo para las vacaciones, pero aún así este veranito me saqué un par de semanas dedicadas casi de pleno a la montaña.
En esta entrada del blog y en la siguiente os presentaré unas actividades chulas, de dificultad moderada, que se desarrollan en un marco tan incomparable como el de los Picos de Europa.
Mi colega Pedro está embarcado en su particular proyecto de subir 50 cumbres a lo largo de este año, y con la cresta de los Argaos se apuntaría varios tantos; además con el Porru Bolu, mítico torreón que domina Vegarredonda, a tiro de piedra, la jornada prometía ser muy fructífera.
Travesía de los Argaos (http://www.elmaquis.net/)
Tras dormir en el refugio de Vegarredonda nos pusimos en marcha con nuestra escalada de la cresta Madejuno-Tiro Llago aún en la mente, ¿será más difícil, más fácil? ¿Cuáles son los escapes? Este croquis dice una cosa y el otro otra distinta… dudas, preocupaciones y comeduras de tarro que no hacen más que calentar inútilmente la cabeza.
Amanece en el refugio de Vegarredonda.
La cresta comienza en el Collado de la Fragua; el primer Argao puede subirse fácilmente por la vertiente E, aunque nosotros nos embarcamos no sabemos muy bien por dónde hasta que el sentido común nos hizo darnos la vuelta y subir por donde lo hacen las personas normales. Una vez arriba no hay que seguir las líneas más evidentes de la montaña. Es una cresta fácil, que teniendo un poco de soltura puede hacerse con botas o zapas de montaña, una cuerda y apenas un puñado de fisureros para los pasos más comprometidos y algún rápel que no queramos destrepar. Hay bastantes pasos aéreos, fáciles y con buenos agarres, y un corto tramo de escalada propiamente dicha, que se asegura fácilmente.
Cresta de los Argaos y Porru Bolu.
Nos pasamos de listos y nos enriscamos un poco... En estos casos la cuerda y los gatos suelen ir en la mochila.
Diedro previo al paso más complicado. Aún así no era gran cosa.
No sabemos muy bien por qué, no subimos al último Argao, que parece ser que es el que presenta mayor dificultad. Craso error, puesto que nos embarcamos en un descenso bastante incómodo, con mucha gravilla y tierra suelta. Los rebecos nos miraban como diciendo: pero bueno, ¿y estos bichos torpes que andan haciendo por ahí? Animalicos…
Aunque teníamos previsto hacer el Porru Bolu al día siguiente, íbamos muy bien de tiempo, así que de la que bajábamos nos metimos en él. Es una escalada muy chula, con un primer tramo de chimenea, fácil (para quien le gusten las chimeneas, que no es el caso del menda) pero expuesta y difícil de asegurar. Es segundo largo es más variado, con tramos de placa, diedro y una mini-chimenea al final. La cumbre minúscula, muy aérea.
Vía normal al Porru Bolu (http://www.elmaquis.net/)
Pedro en la chimenea del primer largo.
Yo me gestiono la segunda tirada.
Felices, como dos lombrices.
Rapelando de la minúscula cumbre del Porru Bolu.
Tras un par de cervezotas volvemos a cargar las mochilas y volvemos al llano, mientras hacemos planes para la próxima salida.
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