miércoles, 30 de enero de 2008

Queremos

Lo que queremos aprender, no está en el temario.
Lo que queremos hacer, nos lo prohíben.
Lo que queremos sentir, nos lo sepultan.
Lo que queremos disfrutar, le ponen precio.

Queremos disfrutar de la vida sin tener que vender una parte de ella para estar ahorrando durante la otra parte.
Queremos sentirnos libres de las cadenas y cuerdas invisibles que pretenden atarnos enfrente de una televisión para que nos traguemos su mierda y la convirtamos en nuestra.
Queremos hacer las cosas entre todos y para todos, sin empresas, sin estados, sin dineros, sin miedos, sin odios, sin jerarquías, sin banderas…Queremos aprender a conocernos a nosotros mismos, a ser autosuficientes para eliminar el dinero, a amar la libertad ajena, a valorar las pequeñas cosas, a expresar nuestras emociones y sentimientos, a destruir el género y convivir sin distinciones entre las personas, a contar la Historia desde otro punto de vista que no sea heroico-lúdico-militar, a amar, a cuidar la Tierra…

No nos dejarán aprender a hacer, a sentir, a disfrutar, pero no nos importa, ya llevamos unas lunas intentándolo, poco a poco.

Pensamos que los empresarios quieren que creamos que “las cosas son así” para que nos convirtamos en esas cosas (masa de consumidores).
Pensamos que los políticos, a favor del “estado del bienestar”, quieren que la gente no piense demasiado y por eso nos inflan con falsas ideas de lo que es la Educación.
Pensamos que al sistema le conviene que la gente defienda esa versión de la Educación y por eso nos aturde con sus mentiras en los medios de comunicación.

Renegamos de creer que eso que dicen es Educación.

Creemos que la Educación es un arma para defendernos de su voracidad, y con su educación pretenden hacernos indefensos.
Creemos que la Educación es la herramienta para hacernos libres, y con su educación pretenden esclavizarnos.
Creemos que la Educación no es cuestión de impartir, sino de compartir.

lunes, 14 de enero de 2008

Los extraterrestres están entre nosotros

Analicemos con detenimiento un objeto tan sencillo y de uso tan cotidiano como un bolígrafo BIC. Pues bien, sin más que hacer esto disponemos de una prueba evidente de que los extraterrestres no sólo nos visitan, sino que están entre nosotros. Permítanme demostrarlo:
La longitud del bolígrafo con la tapa puesta es de 150 mm, y la distancia promedio de la Tierra al Sol es de 150 millones de km. La relación es evidente. Los bolígrafos BIC son objetos de culto solar introducidos en nuestro planeta por alguna civilización extraterrestre. Pero no acaba ahí la cosa. La longitud del capuchón del bolígrafo es de 58 mm, y si descontamos lo que mide el clip, nos quedan 35 mm. Sumamos las dos cifras y obtenemos 93, que multiplicado por dos nos da 186, exactamente 40 mm más que la longitud del bolígrafo destapado (146 mm). Además, la suma de las cifras de la longitud de la tapa sin el clip, 35 mm, nos da 8, que es el diámetro del bolígrafo. Cualquiera puede darse cuenta de que en esas proporciones existe una relación, y de esa relación se tiene que derivar un mensaje, probablemente las claves para la utilización de todo el poder y la energía del Sol.
Y aún no hemos terminado. Si sumamos la longitud del bolígrafo con tapa, y la longitud del bolígrafo sin tapa, obtenemos la cifra de 296, que es exactamente la distancia, en km., de Zaragoza a Bilbao por autopista. Por si alguien lo dudaba, la tecnología necesaria para construir autopistas es de origen extraterrestre (supongo que nadie será capaz de pensar que a unos primitivos seres humanos se les iba a ocurrir algo así), y la relación entre esa tecnología y los viajes interplanetarios se encuentra encerrada en las mágicas proporciones de los bolígrafos BIC.
Y no sólo eso, probablemente todos los secretos del Universo estén encerrados en este bolígrafo. Sumando el resultado anterior, 296, con la medida de la tapa sin el clip, 35 mm, nos da 331, que multiplicado por dos es 662, casi la constante de Gravitación Universal salvo el correspondiente factor de proporcionalidad (el valor de esta constante es de 6,67 x 10^-11, el error puede ser debido o bien a imprecisiones en nuestras mediciones, o bien a que la inteligencia superior que creo estos objetos decidió que era peligroso poner demasiado saber a nuestro alcance). Además, la longitud del clip es de 23 mm. Si sumamos las cifras de la longitud total del bolígrafo, 150 mm, nos da 6, que con los 23 del clip nos llevan a 6,023, basta añadir el factor de proporcionalidad 10^-23 para obtener el número de Avogadro.
Seguro que si siguiéramos indagando en las características de este maravilloso objeto venido de las estrellas, encontraríamos las respuestas a los grandes enigmas de la humanidad. Por nuestra parte, y tras muchos años de investigación y análisis de los bolígrafos BIC, podemos afirmar que estamos a punto de descubrir el secreto de la tortilla de patata...