¡FELIZ NAVIDAD! Te habrás dado cuenta de que llega la navidad; probablemente incluso serás de los que les gusta. Bueno, puedes seguir engañándote y decir que los reyes son los padres, pero creyendo firmemente en ellos y en el resto del atrezzo que tienen estas fechas: copiosas cenas familiares en las que se olvidan rencillas aunque rebroten en un par de semanas, abundancia no sólo de comida, también suntuosos regalos que se llevan nuestros ahorros o cuando menos, nos empinan la cuesta de enero; caridad sin fin, donde los pobres son tan sólo pequeños descosidos en nuestra bonita tela navideña y los remiendos, gentiles donaciones que se quedan tan escasas que resultan ridículas...
O bien, puedes abrir losojos y aceptar que todo esto no es sino un invento a medias entre la religión y las grandes empresas. Todo para mantenerte atado y manipulado, siendo feliz cuando eelos, a golpe de villancico, lo ordenen. Y ya de paso, sacarte los cuartos. No eres sino una ovejita en el ganado de su Belén. Y la estrella del portal tiene forma de dólar.
Niégate, boicotea, celebra lo que quieras, cuando quieras y como quieras. Regala cuando se te antoje y no en el supuesto cumpleaños de ningún mesías, come uvas cuando te plazca, sé solidario y no caritativo...
O bien, puedes abrir losojos y aceptar que todo esto no es sino un invento a medias entre la religión y las grandes empresas. Todo para mantenerte atado y manipulado, siendo feliz cuando eelos, a golpe de villancico, lo ordenen. Y ya de paso, sacarte los cuartos. No eres sino una ovejita en el ganado de su Belén. Y la estrella del portal tiene forma de dólar.
Niégate, boicotea, celebra lo que quieras, cuando quieras y como quieras. Regala cuando se te antoje y no en el supuesto cumpleaños de ningún mesías, come uvas cuando te plazca, sé solidario y no caritativo...